Pulseada liberal: el sector de López Murphy exige definiciones a JxC y apunta contra Milei

El secretario general del Partido Demócrata Progresista y referente de las ideas liberales habla acerca del escenario pre2023 en la coalición opositora. La puja con el economista libertario, el paradigma liberal en la Argentina y los puntos en común con el marxismo

El secretario general del Partido Demócrata Progresista y referente de las ideas liberales habla acerca del escenario pre2023 en la coalición opositora. La puja con el economista libertario, el paradigma liberal en la Argentina y los puntos en común con el marxismo

Desde hace unos meses, su partido junto a Republicanos Unidos, de Ricardo López Murphy, trabajan en acercar posiciones con fuerzas del interior para conformar una alternativa federal con impronta liberal dentro de Juntos por el Cambio con el nombre de Acuerdo Federal. «Siempre para agregar valor, nunca para restar», enfatiza. No obstante, no ahorra en críticas hacia el funcionamiento interno de la coalición y los amagues de alianza con Javier Milei que vuelven a escucharse por estas horas.-

 ¿Cómo está el clima hoy dentro de Juntos por el Cambio con tantas candidaturas en danza, hay margen para un consenso?

-Hay un juego de intereses personales, de posicionamientos personales, que han ido minando a Juntos por el Cambio, la única alternativa real de gobierno para 2023 y en vez de estar trabajando todos en aportar neuronas para pensar soluciones frente a situaciones complicadas como la inflación, el problema del trabajo o la falta de dólares estamos buscando posicionamientos internos mientras se agravan más la situación económica y los privilegios corporativos en la Argentina, y nosotros. Y no falta alguno que ingresó anteayer a la coalición y anda diciendo que (Mauricio) Macri no puede ser candidato, solo para sonar disruptivo y llamar la atención de los medios. En cambio, lo que genera es un descontento mayor por parte de un sector de la Argentina que ya está descreída y resentida para que busque un tercero que los represente.

-¿Cómo se resuelve esta convivencia de ideas y liderazgos contrapuestos si no es a través de una discusión?

-Sería un buen paso de ordenarse con el PRO y que digan «estos son nuestros candidatos, no hay otros» para que nadie siga preguntando si puedo o no puede ser candidato Macri. Que, por otra parte, tiene todo el derecho del mundo de pretenderlo porque es el único que logró el cuarenta y pico por ciento con una situación complicada, tratando de ordenar la economía y es el único que tiene las relaciones afuera como no las tiene nadie en la Argentina. Ni el Presidente actual de la Argentina representa tanto como Macri en este momento en el exterior.

-¿Apoyarían entonces una candidatura de Macri a la presidencia?

-Nuestro sector político tiene un candidato a Presidente que se llama Ricardo López Muphy y un candidato a jefe de Gobierno que se llama este Roberto García Moritán. Y en el caso de nuestro grupo que está en Entre Ríos, apoyamos a Rogelio Frigerio para ser gobernador, y así vamos conformando las opciones. En lo que debería estar pensando Juntos por el Cambio es algo que hemos planteado formalmente, ya que queremos formar parte de la Mesa Nacional, y es cómo resolver cuestiones como el umbral para la participación.

EL DEBATE POR LA INTERNA DE JXC

-El umbral alto de participación alejó a Espert de competir dentro de JxC en 2021 y terminó dividiendo el voto…

Exacto. Hay que tener generosidad para tener un umbral más o menos decoroso de forma tal que todo el mundo pueda participar. En la provincia de Buenos Aires, a Espert le pusieron un umbral tan alto en la elección pasada que prefirió ir por afuera y sacó un par de diputados. En Mendoza, nos afectó directamente a nosotros, donde Alfredo Cornejo y Julio Cobos establecieron una lista mientras que nosotros llevamos candidatos propios que sacaron el 11% en la interna y no pudieron participar de las listas, porque el piso que habían impuesto era del 35%

-¿Se está conversando eso dentro de la coalición?

-Se empezó a conversar ahora. Lo más democrático es lo que planteó Macri en su momento: que compitan todos siempre que seamos generosos en el umbral, como se hizo acá en Capital, lo que le permitió a Ricardo López integrar la lista en su momento. Y después será el ciudadano el que va a decir democráticamente a quién quiere y a quién no. En definitiva, si no pudiste, es porque la chance no te la dio el ciudadano que no te entendió, no te interpretó o la propuesta que llevaste no era la adecuada. Pero la decisión (de excluirte) fue suya y no de tu propio grupo político.

-¿Hay voluntad por parte de las fuerzas mayoritarias de aceptar esta idea?

-Hoy se está pensando mucho porque hay que institucionalizar el funcionamiento de Juntos por el Cambio, ante la posibilidad de que se pudieran eliminar las PASO, y me parece que va a haber un ordenamiento a futuro para tener armonía sin dejar de lado la competencia y sin dejar de pensar directamente en los problemas que tiene hoy la Argentina.

EL SIGNIFICADO DE SER LIBERAL EN ARGENTINA

-Hace no mucho tiempo atrás, había cierta carga peyorativa en reivindicarse como liberal y ahora la etiqueta atrae cada vez más a un sector de los jóvenes, ¿qué cambió?

-El problema de la Argentina no fueron los liberales sino los conservadores. Porque cuando uno habla de liberalismo, siempre se pensó en el liberalismo político, pero ser liberal es un conjunto de ideas, una posición filosófica muy difícil sostener en el tiempo, especialmente con la irrupción del yrigoyenismo dentro del radicalismo, que tenía una idea más inclinada a una política keynesiana, y el peronismo después, con su pensamiento que desde el Estado se puede hacer todo. Hubo momentos de estabilidad económica donde se impusieron algunas medidas de corte liberal, pero fue muy efímero.

-¿El problema de la Argentina es que tuvo poco liberalismo?

-La concepción filosófica, política y económica están en dos grandes pensadores que tuvo la Argentina: Alberdi y Sarmiento. Alberdi en la concepción de la organización nacional y Sarmiento que vino después a combatir parte de esas ideas porque Alberdi escribió un libro que se llama ‘La capitalización de Buenos Aires’ y daba el problema resuelto de las luchas de Buenos Aires con el interior a través de la federalización de la provincia y Sarmiento planteó que eso estaba bien para una república de habitantes, pero de lo que se trataba era de hacer ciudadanos y para eso había que educarlos. Ahí se da el surgimiento de un liberalismo democrático. Y a partir de allí se van dando esas dos concepciones entre quienes creían que la Argentina tenía que ser gobernada por un grupo selecto y los que pedían el sufragio universal, de donde nace la corriente radical. La democracia progresista viene de allí.

-Ahora, mirando el escenario actual, Acuerdo Federal se reivindica como parte de ese liberalismo clásico

-Esa ha sido nuestra posición histórica siempre y nunca nos hemos sentido incómodos con eso. Ni con los motes de izquierda o de derecha. Si yo busco la evolución permanente de mis ideas y estoy siempre abierto para incorporar nuevas corrientes, ¿soy de derecha o de izquierda? Acá hay valores que están en pugna permanentemente: los valores de la libertad, por un lado, y los valores de la igualdad, por el otro. Pero hay algunos que quieren garantizar la igualdad a través de la supresión de la libertad. Si yo tengo la libertad, genero las condiciones de oportunidades para todos: el acceso a una buena educación, a tener un trabajo digno. En cambio, si yo te someto permanentemente a que vos tengas que depender de mí arbitrariamente en forma cesarista para subsistir, lo que genero es un país con un clientelismo absoluto, de dependencia absoluta del Estado. ¿Eso es de derecha o izquierda?

-Lo que usted dice es que el peronismo que se reivindica como progresista por sus políticas redistributivas termina actuando más como los gobiernos conversadores de derecha en la Argentina…

Absolutamente, para mí. Si uno hace un revisionismo histórico, los clubes conservadores que impidieron que Lisandro de la Torre fuera presidente, son los que se transformaron luego en las unidades básicas peronistas. La concepción de ser liberal es que nunca tenés que dar por cerrada ninguna idea. Yo tengo esta idea que es verdadera hasta que se demuestre lo contrario. El método marxista, por ejemplo, es más más o menos parecido al liberal, el asunto es cuál es la solución que propone el marxismo, esa es otra cosa. Pero el marxismo plantea que hay tesis, antítesis y de allí surge una síntesis que luego se convierte en tesis otra vez. Detrás de cada salto de paradigma, lo que subsiste es la búsqueda de la libertad del ser humano.

QUÉ SIGNIFICA MILEI PARA EL LIBERALISMO

-El de la libertad es un concepto que Javier Milei ha tomado como bandera y lo ha popularizado, ¿qué significa su irrupción en el escenario político para el liberalismo?

-Milei presenta desde los fundamentos liberales cierta concepción, pero se va a un extremo tal que termina siendo antiliberal porque se aleja mucho. Lo más importante que tienen un liberal, es defender los principios del funcionamiento de una sociedad sobre marcos en donde estemos todos sujetos al imperio de la ley. Una sociedad que cumple a rajatabla las leyes no tendría los inconvenientes de funcionamiento de esta sociedad que está permanentemente modificando sus propias normas y no cumple la fundamental que es la Constitución. Milei dice que es liberal, pero denuncia a la política que es el arte de hacer funcionar en armonía una sociedad.

-¿Y a quién termina siendo funcional Milei entonces?

-Milei termina siendo funcional a los antisistema, a los resentimientos, a la gente que en este momento se siente agobiada. Reniega de la política, pero hace política al presentarse como un antipolítico. Ahora, ¿cómo haría para imponer lo que él dice? Necesitas cuadros políticos en todo el país, una mayoría en el Congreso que te permita gobernar y toda una serie de cosas que no se pueden hacer desde la política, solamente un dictador lo podría hacer. Y ahí es donde termina siendo un antiliberal.

-Hubo mucho debate dentro de JxC respecto a si Milei tenía que formar parte o no de la coalición…

-Parte del discurso de denuncia que él hace es el mismo que viene pregonando Ricardo López Murphy a lo largo de toda su carrera política. Las neuronas tienen que estar puestas allí, en cómo resolvemos el problema de la Argentina y el endeudamiento porque a todo el mundo le han hecho creer que el que endeudó el país es Macri y la deuda que tomó con el Fondo Monetario no llega al 15% de la deuda argentina.

-¿Se revisó dentro de Juntos por el Cambio qué se hizo bien y mal en el gobierno pensando en 2023?

-Lo que se hizo mal lo que es que no salieron a defender el gobierno desde el primer día. ¿Por qué los que fueron funcionarios y tenían la responsabilidad de tomar el crédito con el FMI no salieron a defenderlo? Nos estamos comiendo el relato de los otros de que nosotros endeudamos el país cuando el país ya estaba endeudado: el problema es el déficit fiscal porque la Argentina todos los meses gasta un poco más de lo que gana.

-¿Y por qué no salieron a defenderlo?

-No lo sé. Luego entramos en el cono de sombra que fue la pandemia y esos debates se empezaron a dar por zoom y resultó más fácil pegarle al Presidente (Macri) en vez defenderlo, un error clásico de la política argentina que ya cometió el radicalismo de no defender a Alfonsín en su momento, o a De la Rúa, después. La política siempre ha sido así. En eso el peronismo, excepto algunos cortos circuitos, siempre defendió a Perón y Evita, el relato siempre ha sido más importante que lo efectivo porque todos los gobiernos peronistas, todos, fueron malísimos. Las consecuencias de las decisiones que siempre tomó el peronismo en el poder están vinculadas solamente a conservar el poder, nunca a resolver los problemas de fondo del país. La Argentina tuvo siempre esa cosa errática de nunca terminar de consolidarse. Hay que sacarle el pie de encima al sector productivo y no generar nuevos impuestos para mantener lo que es improductivo en este país.

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